martes, 1 de julio de 2008

Tiempo de respuesta

El concepto de tiempo de respuesta no parece ser muy bien entendido en esta, mi querida empresa. O por lo menos, parece que no lo entiende, o no se lo plantea, de una de las formas en las que normalmente se interpreta este concepto: si tienes un problema, actúa lo antes posible.

Pero no.


Si alguno de los curritos-programadores avisa, con esos quince días de antelación indicados en alguna ley, que va a dejar la empresa, empieza ya a buscar un sustituto.

Pero no. Mejor esperar a la semana en la que el currito-programador ya no está entre nosotros (muy posiblemente debido a que ha pasado a mejor vida... salarial) para empezar el proceso de búsqueda. Y no pasa nada si se tarda un mes en encontrar a alguien, un crío todavía en la edad del pavo, que no se sabe de dónde ha salido, ni cómo ha vendido la moto para que lo hayan seleccionado. Y es que en la semana que lleva entre nosotros ya estamos deseando tirarlo por la ventana (o tirarnos nosotros, cualquiera de las dos formas es válida para librarse del elemento), por varas, cansino y pesado-de-cojones.

Y...

Si hay roces entre departamentos por tal o cual malentendido, formas de trabajo que chocan, no seguir el protocolo, ... intenta encontrarle una solución que deje a todos lo más contentos posible, que para algo trabajamos todos juntos y nos tenemos que ver las caras todos los días.

Pero no. Mejor esperar a que a las niñas-postventa se les hinchen los ovarios y se pongan de uñas con los niños-desarrollo, sin que estos lo sepan, y convoquen una reunión interdepartamental para "limar asperezas" y demás lindezas.

Y, por si no llega con la reunión, organizar un curso de Atención al cliente, en el que aprendemos qué es un cliente interno, nos enteramos de que al hablar por teléfono hay que sonreír (que no se ve, pero se nota), y salimos con tan buen rollito que dan ganas de darle un morreo a más de una que unos días antes te podría quitar los ojos.

Y...

Si una gran cantidad de la gente está descontenta con el trabajo que realiza y los sueldos que recibe, y te lo hace saber por activa y por pasiva, empieza a preocuparte y a buscar posibles causas y posibles soluciones.

Pero no. Mejor esperar a que sea tan evidente, con escapadas varias a otras empresas (lo que hace que esta sea una empresa siempre cercana a los 60 profesionales, y siempre esté llevando a cabo un plan de expansión, como puede leerse en sus ofertas de empleo [claro, cuando estamos ahí para llegar a los 60, siempre hay quien se larga, y entonces se pone en marcha el plan de expansión para cubrir el puesto]) y alguno pidiendo mañanas libres para ir al banco (que en la nomenclatura local es lo mismo que irse a una entrevista de trabajo en otra empresa) para empezar a hacer algo referente al tema.

Algo como convocar una reunión el viernes de todo el personal, con el título Plan estratégico Recursos Humanos, con un orden del día (OBJETIVOS ponía el correo, así, con mayúsculas) tal que este:

1.- Profesionalización y mejora de la gestión de los Recursos Humanos en S.

2.- Definición de puestos y perfiles laborales en S basados en competencias.

3.- Obtención de un sistema más objetivo para la selección, formación, evaluación, promoción y retribución de los Recursos Humanos de S.

4.- Definición de la política retributiva salarial y de promoción en base a los resultados y competencias de cada puesto.

En la que se anuncia que desde ya tenemos un nuevo departamento en la empresa, el de recursos humanos (qué guay, yo nunca había sido un recurso humano, se ve que esta es una empresa de verdad), gestionado por la misma asesoría que hace las selecciones de personal. Y que lo que van a hacer ya de ya es lo que dicen los OBJETIVOS (con mayúsculas). O, lo que es lo mismo: estudiar todos los puestos, entrevistar y hacerle pruebas a todo los curritos, y deducir si uno está en el puesto adecuado cobrando lo que merece (o si tendría que estar en otro puesto, cobrando menos, deduzco yo). Ojalá me salga que soy chica-post y me lleven para allá, que a pesar de todo son buenas chicas y me llevo bien con ellas. ;-)

Por lo de pronto, ayer, lunes, bien tempranito, han dado el primer paso, enviando una oferta interna de empleo a los chicos-desarrollo, con sus requisitos y todo eso, para que el que crea que es válido envíe su currículum. Y digo yo... mi currículum actual ¿no será el mismo (o muy parecido) al que tenía cuando entré en esta, mi querida empresa, más el tiempo y la experiencia que he acumulado aquí? No sé, digo yo, que si al entrar tenía aa años de experiencia, y llevo por aquí bb años, el resultado es fácil de calcular, y luego ver si se adecua a los requisitos de la oferta. Y además, ¿para qué mandas esa oferta a todo el mundo, si sabes que, contando por lo alto, sólo hay dos personas que cumplen los requisitos? Curioso cuando menos. Parece que más de uno va a mandar su currículum aunque sólo sea para que el nuevo departamento de personal tenga algo que hacer.

Y poco después un segundo paso, con un test (a cubrir en grupos de dos o tres, repartidos por la mesa de juntas a distancia suficiente como para no poder copiarse) con dos preguntas muy sencillas:

1.- Tres compañeros con los que mejor trabajes

2.- Tres compañeros que crees que se adecuan a la oferta de trabajo

Como dirían por ahí... WTF?!?!?!


No se pierdan el próximo capítulo, que esto seguro que va para largo.


Resumiendo todo esto: pero no.

No hay comentarios: