viernes, 29 de febrero de 2008

Susto

No mola nada ser despertado a las seis de la mañana por una sirena que se acerca, se acerca, se acerca, y no pasa de largo. Tampoco el darse cuenta, una vez despierto, de que los golpes (explosiones?) que había en el sueño de turno, no se quedan el él, y son parte del mundo real. Ni, una vez asomado a la ventana, encontrarse no uno, sino hasta tres o cuatro coches de la madera, y, a pesar de la hora, incluso algún mirón curioso.

Así que urge un cambio de ventana, para hacerse una mejor idea de lo que pasa, y asegurarse de que todo va bien, que no es la primera vez que, a requerimiento de la poli, toca bajar a las tantas a controlar que el coche y su contenido no les pasa nada.

Y entonces, ya en la ventana adecuada, lucerío, fuego, humo y agua: los bomberos están tratando de apagar un furgón que arde mejor que un ninot. Después del momento-pánico, y una vez localizado el coche propio, a una distancia segura de la fogata, sólo queda disfrutar de la cremà y pensar en la cara que se le va a quedar a alguien cuando lo vea.






jueves, 28 de febrero de 2008

Plástico pintado

O resina, nueve kilos, aproximadamente, en este caso. Pero viene a ser casi lo mismo.


Es lo que tiene verse al borde del bajón e intentar evitarlo con lo más fácil: la compra más o menos compulsiva. Mala cosa cuando pasa en la ofi, y no hay posibilidad de escapada a alguna librería con cafeta integrada, así que sólo queda el omnipresente internéeeeeee, y algo tan fácil como darle a un botón. Y si has pensado en esa compra incluso en los días de normalidad y lucidez, peor aún. No hay salvación. La carne es débil. Sobre todo, si la mente no ayuda mucho.


Clic.


Se ha enviado su pago. Ya puede usted ser feliz por un rato, hasta que el bajón le llegue de verdad, a pesar de sus intentos por evitarlo. Gracias por su compra.



A pesar de todo, una vez de vuelta a la superficie, no todo es tan malo. Si me llego a gastar lo mismos en taschenes, iba a tener un grave, gravísimo problema logístico-espacial. Aunque, ahora que lo pienso, 95x60x30 (largo, ancho, alto) tampoco son ninguna tontería. Pero sí que pueden ser unas medidas bastante decentes para una mesita de salón, de esas bajas que van delante del sofá, en las que se les ponen las milnove, o las aguas de colores, a las visitas. En un salón con espacio suficiente para mis taschenes presentes y futuros.


Me gusta la idea. Trabajo en ello. Aunque igual necesite algo de ayuda.




RandyCooperSD

Randy, el tipo que tiene mi pasta, y su criatura, que tendré en unas cuantas semanas


El goear, qué raro, no funciona, así que... pom-pom-pom-poom-po-pom pom-po-pom... :-D

miércoles, 20 de febrero de 2008

Las cosas importantes de la vida

Son aquellas que valoramos sólo cuando nos faltan, pero que no apreciamos lo suficiente en el día a día.

Yo ya me veía tan feliz pensando que había estaba recuperado una parte de estas importantes cosas que había perdido recientemente, pero no: no funciona internéeeee.... Y esta vez no he tocado en nada de nada, lo juro por Snoopy.

Así qué llamé al servicio técnico, one more time (cuya grabación, por cierto, me informa que tengo pendiente de recibir un router; router que lleva una semana en mi casa).

Tras una charla con un, esta vez bastante agradable, postventero (que no me llama Señor Alejandro en una de cada tres frases, cosa a agradecer, por muy cliente preferente que sea), un par de reseteos de router, y poco más, ya tenemos -tiene, más bien- el asunto sentenciado:
- "en algún lugar se ha producido un cruce y tiene asignada una línea de un mega" :-|
- "pues no ha sido posible encontrar la manera de que por lo menos navegue mientras no se soluciona"  :-|   :-|
- "el tiempo normal en solucionar esto es de tres días laborables"  :-|   :-|   :-O

Me están dando ganas de hacer realidad lo que en los últimos días me piden repetidamente que no haga: irme a otra compañía.

Las cartas que eme están enviando son un pequeño ejercicio de diseño minimalista bastante resultón:





Tocará volver a llamar y enterarse de qué va la cosa. Pero, esa, me parece, va a ser otra historia.


Aaaaaayyyyy.... aaaaayyyy..... internéeeeee.... internéeeee....



viernes, 8 de febrero de 2008

Enjutando

El que ríe el último, ríe mejor, dicen por ahí. Y esta vez no voy a ser yo, me temo.

Pues ayer no sabes qué me pasó. Fue el peor día de mi vida.

La manía, o el gusto, por cacharrear, y abrir, tocar, modificar, ... las cosas me ha llevado a donde estoy ahora: no funciona internéeeeeeeeeeee.

Parece que he matado a mi router con una fallida actualización del firmware. No responde, no me llama, no me escribe, no todo. Así de sencillo. Ciao, bye-bye, auf wiedersehen, sayonara, "hasta la vista, baby".

Tras intentar salvar el tipo con otro router que tenía por ahí tirado (al que me parece que también he matado) he tenido que llamar al servicio técnico. Sorpresa 1: soy cliente preferente. Sorpresa 2: contestan a la primera. Pero una batería de móvil agotada (como siempre, en el peor momento) acaba con la conversación antes de que pueda terminar de explicar el problema. Así que, ahora con el putomóvil enchufado, llamo al servicio técnico one more time.

Encienda y apague el router, acceda a la 192.168.1.1, resetee el router, acceda de nuevo a 192.168.1.1, resetee el router, resetee el router, resetee el router, ...

¿Quién anda ahí?

Y cuando la cosa ya parecía que iba a durar ad infinitum... vamos a hacer una consulta para abrir una incidencia de sustitución de router.

¿Vienes a por mí? ¿Quién te envía?



Pero esta vez la conexión no va a volver sola. Más bien va a tardar unos cuantos días.

Ayyyyyyyyyyyy... Internéeeeeeeee...... Internéeeeeeeeee.....